Aunque las referencias históricas que se tienen de los desfiles procesionales de Semana Santa son más bien escasas, sí se sabe que la Mare de Déu de la Soledat fue uno de los primeros pasos de Elche junto con la Sangre de Cristo, Ecce Homo, Jesús Nazareno y La Columna, que desfilaron el Viernes Santo. Las noticias más fiables son las de 1773, cuando ya se conoce que las cuatro de la tarde es la hora de salida para evitar estar en la calle una vez ha anochecido.
Es en este día cuando tiene lugar una de las ceremonias más singulares de la Semana Santa ilicitana, en la procesión del Santo Entierro, cuando la imagen de Nuestra Señora de los Dolores llega a la Plaça de Baix. Esta es la Trencà del Guió.
El Viernes Santo, una vez finalizado el Santo Entierro, se realiza el posterior retorno a su casa de El Salvador desde la Basílica de Santa María, donde, una vez más, los feligreses acompañan a la virgen dolorosa.