Existen referencias documentales de este acto desde mediados del siglo XVIII en relación con un guion negro llevado por un noble que abría la procesión y las cortesías que hacía la tripleta ante la Mare de Déu de la Soletat. Sin embargo, es en 1864 cuando un documento expresa de manera explícita La Trencà del Guió y se sobrentienden anteriores celebraciones del acto.
Antes de organizarse en la Plaça de Baix, el cronista Ruiz de Lope relata que la Trencà del Guió se hacía en la Plaza de la Merced y todos los tronos de la Semana Santa estaban ordenados formando un cuadrado en ella, donde destacaban sus luces frente a un gran número de espectadores.
Debido a la cesión en 1898 de la cofradía al pueblo de Elche por parte de la nobleza al Ayuntamiento de Elche, el protocolo de la Trencà del Guió está a cargo de dicha entidad. Antiguamente, la elección de los tres caballeros (la tripleta) se hacía entre la nobleza, militares y abogados, donde uno llevaba el Guion y los otros dos lo acompañaban. Dentro de la plaza se situaban los tronos, una mitad ante la fachada del Ayuntamiento (conocida como la Casa de la Villa) y la otra en frente, y en el lado oeste se colocaba el trono de la Virgen de los Dolores y el Excmo. Ayuntamiento.
El acto simbolizaba rendir tributo de vasallaje por las clases sociales del pueblo, que estaban representadas en los diferentes pasos de la procesión, en manos de un noble, (ya que el paso de la Virgen de los Dolores en su Soledad era, antiguamente, de los nobles del pueblo). Además, romper el Guion también representa romper el duelo de la Virgen. Popularmente, que se rompa a la primera augura un buen año a la ciudad de Elche.
El acto de la Trencà, que se celebra al finalizar la procesión del Viernes Santo, se desarrolla un protocolo ceremonial.
El Viernes Santo, el Hermano Mayor de la cofradía entrega el Guion a la tripleta en la sacristía de la Basílica de Santa María de Elche, para ocupar, a continuación, su lugar en la procesión del Santo Entierro, es decir, van delante del Paso del Descendimiento de la Cruz. El trencaor o trencaora porta el estandarte y sus acompañantes una vela.
Cuando llegan a la Plaça de Baix, cruzan el arco del Ayuntamiento y esperan en la Casa Consistorial a que llegue el trono de la Virgen de los Dolores. En el momento en el que el paso llega, se sitúa en la parte oeste de la plaza, y las autoridades civiles y eclesiásticas ocupan los laterales de esta. Actualmente, las demás cofradías ya no se quedan en la plaza ni realizan los respectivos homenajes, el único trono que se queda en la plaza es el Santo Sepulcro, que la espera a la salida de la plaza.
El Hermano Mayor junto con el mayordomo de la cofradía avisan a la tripleta y al alcalde de la llegada del trono de la Virgen de los Dolores y vuelven para ocupar su sitio con los demás.
Finalmente, la tripleta sale del Ayuntamiento y se coloca en el extremo levante de la plaza, de cara a la Virgen de los Dolores, a unos 25 pasos de distancia, aproximadamente 8, para comenzar el protocolo de la ceremonia. Los tres avanzan a la vez tres pasos hacia la Virgen y realizan una reverencia, inclinando la cabeza y el Guion. Después, repiten los tres pasos y la reverencia y, por último, el portaguión avanza él solo tres pasos, realiza la última reverencia de 45º y despliega la bandera negra. Tiene que ondearla en forma de infinito tres veces y, a través de un movimiento brusco, rompe el Guion y la bandera cae al suelo. De inmediato la gente aplaude y suena la Marcha Real, mientras que el mayordomo recoge los dos trozos del Guion y se los entrega al trencaor. Los dos acompañantes se acercan al portador y los tres se dirigen al alcalde para entregárselo de manera simbólica, quien lo devuelve enseguida. Luego saludan a las autoridades presentes y por último, se incorporan de nuevo en la procesión, que prosigue hacia Santa María.
(Adaptado de Wikipedia https://es.wikipedia.org/wiki/Trenc%C3%A0_del_Gui%C3%B3).